Aspectos clave que tienen en cuenta los headhunters.
Los Headhunters, o cazatalentos en español, son parte inseparable de un proceso de selección de medio y alto nivel. La cantidad ingente de candidatos que acuden a un proceso de selección de personal en nuestro país, así como la gestión de los datos aparejados al mismo por parte de las empresas contratantes, hace que las grandes compañías se apoyen en consultores externos que les ayuden a tomar la decisión adecuada de contratación.
¿Pero cuáles son los 3 aspectos más valorados por parte del Headhunter en un proceso de selección de personal?
En esencia los Headhunters, como cualquier otro trabajo de consultoría, se ocupan de planificar, definir, coordinar y ejecutar todo proceso de selección, a fin de garantizar y legitimar la toma de decisión final de contratación. Para ello y más allá de los aspectos objetivos, tangibles y fácilmente medibles, toman en cuenta aspectos intangibles como el lenguaje no verbal, la postura corporal, la forma de dar la mano, la actitud, capacidades, personalidad y personalidad del candidato, así como la adecuación del mismo a la cultura de la empresa, aspectos que adquieren especial relevancia en empresas con una marcada cultura corporativa.
Otro de los aspectos clave y más buscados en los puestos de dirección, es especialmente la energía, la intensidad, la capacidad de resolución de problemas, así como la capacidad y carga de trabajo. Se buscan principalmente personas capaces de iluminar, guiar y transmitir pasión y emoción a toda la organización y equipo de trabajo, algo difícil de conseguir si no se dispone de la actitud adecuada.
Por último cabe poner de manifiesto que los Headhunters valoran muy positivamente las personas y profesionales que tienen gran versatilidad y capacidad de adaptación al cambio, a distintas situaciones y ambientes de trabajo. En este contexto, realizar actividades deportivas añade un plus, porque tales prácticas permiten predecir las capacidades de los candidatos para llevar a cabo sus tareas bajo presión mental y física.
Como conclusión por tanto, será necesario que más allá de comprobar si los conocimientos, experiencias, idiomas, titulaciones, etc del candidato son las necesarias para ocupar el lugar de Trabajo, hay que tener en cuenta cuatro grandes intangibles: el lenguaje no verbal y toda la gesticulación asociada al mismo, la energía, intensidad y capacidad de resolución de problemas, así como la capacidad de adaptación al cambio y a nuevas situaciones del directivo a contratar, juntamente con la adecuación de trabajador a la cultura corporativa de la empresa contratante. Evaluar correctamente estos aspectos será la clave para conseguir tener los trabajadores adecuados que nos permitan llegar a los objetivos empresariales marcados.