En el mercado actual, la retención y atracción de talento se ha convertido en una prioridad estratégica para cualquier organización. El éxito de las nuevas políticas de recursos humanos pasa por disponer de una cultura sólida en la empresa y desarrollar una propuesta de valor atractiva para el empleado. Una de las problemáticas generalizadas en el mundo de las Startups es que necesitan contratar talento y con mucho potencial, pero no disponen de los medios económicos suficientes. Y ahora debido al nuevo contexto postcovid, la realidad de muchas empresas será parecida a la de las startups por la necesidad de adaptarse a la incertidumbre y los momentos de cambios.
Las Startups se crean con el ideal de un alto potencial de crecimiento. El entorno empresarial que se ha tejido en estos últimos años en relación a las nuevas tecnologías, la innovación y las startups, ha presentado nuevos retos en la gestión del talento. En especial para los emprendedores que creen a ciegas en su idea y que necesitan que no solo los inversores apuesten por ella, también un equipo formado por gente cuanto más altamente cualificada, mejor.
“Suelo decir que el activo más importante de una empresa son las personas, más allá de sus patentes, recursos económicos, edificios, productos, etc. Si no nos creemos esto, estamos a las antípodas de los sistemas de liderazgo más vanguardistas. Si no sabemos ilusionar es imposible contar con implicación, y estaremos hablando de euros a cambio de tiempo. Ilusionar, motivar y formar. Sin ello, no habrá una organización de éxito.” Jaume Alemany, socio fundador de etalentum.
Cuando pensamos en el modelo Startup pensamos en la energía de motivación de los inicios, de un equipo con ganas de comerse el mundo, sin horarios ni restricciones, cohesionado en su objetivo, y con la vista puesta en el futuro de esa semilla empresarial. Tal sentimiento de equipo suele ser resultado de la capacidad para contagiar entusiasmo del fundador de la startup.
Ahora bien, una persona que no tolere la incertidumbre no puede, o no debería, trabajar en una Startup. A ningún ser humano le gusta la incertidumbre, pero hay algunos que toleramos un nivel más alto que otros. El proceso de crecimiento del negocio requiere de un rol de guía, que sepa pautar e interpretar los ritmos de sus fases y evolución para la organización y sus empleados. Desarrollar políticas que hagan más llevadera la “incertidumbre” que forma parte del core de este tipo de negocios, como comunicar muy claramente, ser muy honesto y transparente, comunicar también las dificultades, junto a un plan para ser superadas, intentar disponer de financiación adecuada y comunicarlo…
En la selección de perfiles en el caso de las startups es más importante que nunca vender el proyecto y la proyección de este, tanto a nivel de empresa como de sus empleados. Tal vez sea necesario considerar la cesión de participaciones para así poder suplir las carencias salariales. No obstante, lo más importante es elaborar una Propuesta de Valor para el Empleado, atractiva, capaz de atraer y retener talento. Se trata de establecer una relación bidireccional: la empresa transmite los resultados y comportamientos que espera y a cambio del esfuerzo del empleado se le ofrece remuneración, desarrollo profesional, prestigio, valores, etc.
Aunque el espíritu de la startup sea el de emplear una inversión de guerrilla en sus inicios, es clave el acompañamiento de profesionales expertos en recursos humanos para formar un equipo ganador con el que darle una verdadera oportunidad a la idea del emprendedor. El profesional va a ayudar a detectar la mejor forma de atraer talento, de completar con su red de contactos las necesidades de personal cualificado, y encajar a perfiles que, como candidatos dentro de entornos potencialmente cambiantes, cumplan con una forma nueva de entender y potenciar las habilidades. La mejor forma de llevar a cabo la construcción del equipo desde el punto de vista empresarial es de la mano de profesionales que ayuden, no sólo a dicha construcción del entorno del emprendedor sino también, a la gestión emocional y comunicacional del nuevo dream team.