La brecha salarial de género es un tema recurrente en los debates sobre la igualdad de género y los derechos laborales en todo el mundo. Aunque se han realizado avances en la igualdad de género en los últimos años, aún persisten importantes desigualdades en el mercado laboral, especialmente en términos de remuneración.
¿Qué es la brecha salarial de género?
Se refiere a la diferencia en la remuneración entre hombres y mujeres que realizan el mismo trabajo o trabajos similares. A nivel mundial, la brecha es del 16%, lo que significa que las mujeres ganan un 16% menos que los hombres por el mismo trabajo. En algunos países, la brecha salarial de género es mucho mayor. Por ejemplo, en Corea del Sur, la brecha salarial de género es del 33%.
La brecha no se limita a un solo sector o industria, sino que se observa en todo el mercado laboral, incluyendo la educación, la salud, el comercio, la tecnología y los servicios financieros. Además, se extiende a todos los niveles de ingresos, desde los trabajos más bajos hasta los más altos.
¿Cuáles son sus causas?
Existen varias causas de la brecha salarial de género, que incluyen:
Discriminación
La discriminación por razones de género es una causa importante de la brecha salarial. Las mujeres a menudo son consideradas como menos capaces o menos valiosas que los hombres, lo que lleva a una remuneración menor.
Estereotipos de género
Pueden contribuir a la brecha salarial. Por ejemplo, las mujeres a menudo son vistas como cuidadoras y se espera que renuncien a sus carreras para cuidar a los niños y la familia. Esto puede hacer que las mujeres se vean limitadas en sus opciones de carrera y que reciban una remuneración menor que los hombres.
Falta de transparencia
La falta de transparencia en los procesos de contratación y remuneración también puede contribuir a la brecha salarial de género. Si los empleadores no divulgan información sobre la remuneración, las mujeres pueden recibir una remuneración menor que los hombres para el mismo trabajo.
Falta de representación
La falta de representación de las mujeres en puestos de liderazgo y en industrias dominadas por hombres también puede contribuir a la brecha salarial. Si las mujeres no están representadas en las posiciones de toma de decisiones, es menos probable que se tomen medidas para abordar la brecha.
Sus consecuencias son varias, aunque la principal es la desigualdad que causa en la sociedad. También en las familias y en la economía en general.
Una de las consecuencias más concretas es la pobreza entre las mujeres con menos remuneración que los hombres.
