La adicción al trabajo como problema para las empresas

por Anna Tañà

Cuando un trabajador es adicto al trabajo, también representa un problema para su empresa. Esto es signo de falta de salud laboral y es perjudicial para la persona que lo padece. Aunque sea difícil de detectar porque el sistema de trabajo actual se basa en largas jornadas y muchas horas extra, se manifiesta fácilmente con patologías físicas como dolor de cabeza, insomnio o hipertensión.

Además, genera falta de concentración, mal humor y baja autoestima. Las empresas premian a los que realizan horas extras y complica la desconexión. HRTrends define cuáles son los síntomas para detectarla:

  • Puede llegar a trabajar entre 60 y 80 horas semanales, sin días libres y aprovecha cualquier momento para consultar el correo o avanzar trabajo.
  • Sigue trabajando aunque esté enfermo sin desconectar en el hogar.
  • Aumenta su estado irascible y responde mal a las personas.
  • Padece insomnio, dolores articulares y de espalda.
  • Su autoestima depende de los halagos que le hagan relacionados con su trabajo.
  • Niega la situación y presenta necesidad de control.
  • Tiene otros malestares fisiológicos como gastroenteritis, hipertensión, fatiga, infecciones…

A la empresa esta situación le puede afectar enormemente porque el ambiente laboral con los compañeros se ve completamente roto. Se vuelve un entorno competitivo y con conflictos. Además, si la persona adicta es el líder, puede obligar al personal a cumplir con objetivos poco realistas. Este hecho puede provocar un aumento de rotación de los trabajadores y una dañina reputación para la empresa. Por no hablar de la reducción de productividad, las bajas laborales, el aumento de errores y accidentes y el pago de las horas extraordinarias.

Para ayudar a los que lo padecen es importante obligarle a cumplir con los horarios, medir su desempeño para demostrarle que disminuye su rendimiento, motivarle a disfrutar de su vida familiar y ayudarles a organizar tareas.

La adicción al trabajo también se conoce por el término workaholic. Según la OMS, trabajar 55 horas a la semana o más aumenta un 35% el riesgo de accidente cerebrovascular. En Japón, esta adicción ya es una epidemia que provoca muertes anuales.

¿Cómo distinguir entre adictos y comprometidos?

Los segundos están motivados y les apasiona su trabajo, pero desconectan al finalizar su jornada laboral y descansan para cargar pilas. Su vida es saludable y plena.

En el caso de los segundos, nunca están satisfechos con su trabajo y no desconectan nunca, ni por las noches.

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