Si quieres organizar un proceso de selección efectivo, hay una serie de claves que tienes que tener en cuenta. Es nuestra experiencia en estos procesos la que nos ha permitido poner en marcha servicios como Etalentum Premium y Etalentum Executive y hoy queremos compartir contigo algunas claves que te ayudarán a que logres encontrar con éxito el talento que necesitas para dar un salto con tu empresa.
1. Para un proceso de selección efectivo, empieza por definir las necesidades, tareas y objetivos
Empieza por la pregunta básica ¿por qué necesito a esta nueva persona? ¿si se lograra incorporar con éxito a mi equipo, de qué forma creceríamos como empresa? Muchas veces, sin darnos cuenta, ya contamos con esta persona dentro de nuestro equipo. y sin darnos cuenta, buscamos fuera perfiles que quizás estarían mejor cubiertos por el talento interno de la empresa. Empieza por definir cuáles serían las tareas, recursos y responsabilidades de la nueva persona contratada. ¿Pueden cubrirse internamente todas o parte de las tareas? ¿Es factible ascender a alguien internamente? Quizás sustituir a esta otra persona puede resultar más fácil y económico. Pregúntate también si esta necesidad por ser puntual sería mejor subcontratarla, en lugar de contratar a una persona con ese único propósito.
2. Para un proceso de selección efectivo, haz la publicidad necesaria
… pero no te excedas en intensidad ni amplitud
Tu oferta de trabajo tiene que llegar a todos los posibles candidatos interesados, pero no más allá. No interesa dar más pistas de las necesarias a la competencia, ni hacer ver a los clientes que no tienes capacidad para cumplir con tus compromisos. Tanto las empresas especializadas en selección de personal, como los servicios públicos de empleo, los centros educativos y la plantilla actual son buenas fuentes de recomendaciones y candidaturas. Conviene adaptar la publicidad al perfil requerido: para los perfiles más jóvenes es prácticamente imprescindible contactar por medios digitales. Un perfil con amplia experiencia puede tomarse más en serio un medio más tradicional.
3. Para un proceso de selección efectivo, no te saltes la primera criba y las pruebas técnicas
El recurso más escaso es el tiempo de las personas suficientemente cualificadas como para llevar a cabo la entrevista final. Por lo tanto una de las maneras de hacer más efectivo el proceso es descartar del mismo lo antes posible a aquellas personas que no encajan en absoluto con alguno de los parámetros fundamentales del proyecto.
Las pruebas técnicas nos asegurarán que las personas que lleguen a la fase de entrevista son capaces de llevar a cabo las tareas básicas subyacentes a la responsabilidad del puesto que van a ocupar. Vivimos en un mundo en el que no es solo que hinchar el CV sea habitual, sino que las distintas medidas de habilidad son difícilmente equiparables. Estas pruebas nos pueden ayudar a obtener una medida comparable entre las habilidades de diferentes candidatos con ideas dispares sobre lo que es «inglés nivel medio», por dar un ejemplo habitual.
4. Para un proceso de selección efectivo, entrevista con un objetivo claro
Una entrevista efectiva no es cualquier conversación. Debe tener un objetivo claro: obtener información que pueda aclararte la decisión sobre la afinidad del puesto con esa persona. Uno de los objetivos comunes es sondar el carácter y los valores de la persona para ver si encaja con el equipo en el que se va a integrar. Como se dice a menudo, se acepta un puesto, se abandona un jefe. La entrevista no tiene como objetivo obtener una valoración global de la persona ni pasar un buen rato, sino discernir si el interés es mutuo, la adecuación entre tareas y habilidades es apropiada y las condiciones laborables aceptables o alcanzables.
5. Para un proceso de selección efectivo, no descuides los primeros días… o meses
Recuerda, el objetivo no es la contratación en sí, sino solucionar un problema y aprovechar una oportunidad. Las generaciones que entran ahora al mercado laboral cada vez tienen menos miedo de irse el primer día, la primera semana o el primer mes. Quizá en el pasado era un deshonor mayor no haber aguantado una cierta cantidad de tiempo, pero es cierto que en un mercado cada vez más dinámico, la posibilidad de perder otra oportunidad mejor pesa más que ese supuesto deshonor.
Es buena idea no solo tener un manual de bienvenida sino que haya una auténtica bienvenida y una persona asignada a proporcionar el acompañamiento adecuado para el puesto. Unos meses más tarde es prudente preguntar al menos informalmente cómo está yendo todo, y solucionar los flecos o desajustes que hayan podido quedar pendientes.
Así mismo, tu como empresa puedes establecer un periodo de prueba y utilizar el primer mes para evaluar qué tan bien esta persona se va adaptando a su equipo y sus nuevas responsabilidades. Pide feedback al equipo que trabaja con ella y evalúa si está siendo la apuesta correcta. Si va por buen camino, ¡felicidades, lo lograste! Pero si no, es mejor darle feedback pronto para que así pueda afinar las áreas donde tiene que mejorar lo más rápido posible. Así, por ambas partes las expectativas estarán claras y habrá mayores probabilidades de encaje.
Con estos cinco pasos nos aseguraremos que en cada momento del proceso estemos empleando nuestros valiosos recursos en las tareas apropiadas y que lleven a un un resultado óptimo.