Crear un buen equipo de trabajo en una empresa no es tarea fácil pero si lo consigues vas a tener un clima laboral envidiable en tu empresa, la cual cosa mejorará la manera de retener el talento y te va a ayudar a cumplir con los objetivos.
Si consigues juntar a las personas adecuadas vas a crear sinergias con las que vas a conseguir productos que por separado no serían posibles, en conclusión, vas a llegar mucho más lejos que de forma individual. Además, las tareas y responsabilidades se reparten, generando así menos estrés.
Si no sabes por dónde empezar para crear un buen equipo de trabajo, aquí te lo contamos:
¿Qué rasgos de personalidad forman un equipo?
Debes tener en cuenta que no todas las personas sirven para trabajar en equipo. Deben ser personas extrovertidas, que les guste estar con gente, generosas, abiertas de mente, deben saber encajar las críticas, sentir las opiniones de los demás… En definitiva, todo lo contrario a narcisistas. Cuando intentes formar un equipo te aconsejamos buscar los siguientes perfiles.
El líder: En todos los equipos existe un líder. Es un miembro más del equipo, ni más ni menos, pero tiene una visión más amplia del proyecto y/u objetivo. Siempre facilita la comunicación entre todos los miembros y aglomera el equipo en torno al objetivo marcado.
El creativo: Pueden parecer personas que viven en su propio mundo, un poco desorganizadas, les puede costar cumplir con los plazos y pueden parecer poco diplomáticos, pero junto al resto del equipo se convierten en una figura fundamental. Van a aportar mucha imaginación y son personas sumamente innovadoras y con ganas de cambiar continuamente las cosas. Aunque tendrás que vigilar que no se salgan del camino estipulado que deben seguir todos, ya que pueden llegar a tener ideas muy dispersas.
El entusiasta: Son personas que trabajan por el bien común del equipo, siempre promueven la sociabilidad con una visión de éxito grupal. Se trata de un perfil optimista con un gran poder de persuasión y siempre apoya a los compañeros.
El experto: Debes tener en tu equipo de trabajo a alguien que conozca en profundidad el tema sobre el cual se va a trabajar, es decir, que sepa toda la teoría. Esta persona aportará ciencia, metodología, orden y disciplina al grupo.
El planificador: Se trata de una persona que llevará los timmings al dedillo, pondrá orden a todas las ideas y procesos y aumentará la eficiencia del equipo. Además, si las cosas no salen como están previstas, siempre tendrá varios planes alternativos de actuación para llegar a la consecución de los objetivos marcados.
El Comunicador: En caso de crisis será la persona perfecta para reconducir los conflictos ya que es un perfil ideal para compartir información entre el equipo y con los demás departamentos.
El Investigador: Es un perfil que siempre va un poco más allá. Plantea preguntas y problemas obligando a todo el equipo a buscar las mejores respuestas y soluciones. Le suelen gustar los desafíos, lucha para conseguir los objetivos y destaca por tener habilidades técnicas.
¿Qué debes hacer para mantener este equipo?
La confianza es el elemento principal del trabajo en equipo. Debes impulsar un ambiente donde todos los miembros se sientan cómodos para aportar ideas y se conozcan al máximo para poder ayudarse entre ellos.
Debes fijar unos objetivos comunes, establecer unas metas para que todos los miembros trabajen en una misma dirección y sepan cómo hacerlo.
Para mantener un equipo a largo plazo debes generar compromiso en los miembros. Todos deben sentirse útiles y que su opinión cuenta como la de cualquier otro, deben sentirse productivos y realizados además de compensados.
Es muy importante que nunca se pierda el respeto entre miembros ni entre departamentos y todos los éxitos que se consigan en cuanto a empresa deberán celebrarse en grupo, nunca individualmente.