El departamento de recursos humanos es la base de incontables chistes (quizá los más memorables sean los de Forges, DEP). Sin embargo, no es sano que un departamento se «resigne» a la mala fama y los estereotipos. El departamento de recursos humanos es importante porque gestiona el principal capital de la empresa: el capital humano.
El departamento de recursos humanos como gestor del capital humano
Según Harvard Business Review y el propio libro de Garton y Mankins, el capital humano puede medirse desde tres perspectivas diferentes:
- Tiempo: cuántas horas invierte la plantilla en sus tareas;
- Talento: las habilidades, capacidades e inventiva que aportan a su trabajo;
- Energía: el nivel de implicación, pasión, motivación y concentración que aplican a su trabajo.
Según Garton en su artículo en el Harvard Business Review, estas son las materias primas cuya interacción entre sí (y con los medios de la empresa, añadiríamos nosotros) acaba convirtiéndose en productividad y valor económico. Desde este punto de vista, la importancia del departamento de recursos humanos reside en optimizar la gestión de este capital en esos tres frentes:
- Debe eliminar todos factores que «roban» tiempo a la plantilla y les dificultan hacer bien su trabajo.
- Debe redefinir los procesos (las formas de trabajar) de modo que cada puesto tenga el equilibrio necesario entre autonomía y accountability. Accountability es un término inglés que no tiene traducción directa al español pero que podría definirse como la suma de compromiso, proactividad, responsabilidad y acuerdos claros.
- Debe contribuir a la motivación ayudando a la plantilla a conectar el trabajo que realiza con la misión de la empresa. Es decir, son el departamento encargado de mostrar la relación entre el trabajo que se hace y los objetivos de mejora de la sociedad que, según la empresa y de forma realista, están dentro de las capacidades de la misma.
¿Quién cuida al que cuida?
¿Quién optimiza, motiva e inspira al Departamento de Recursos Humanos? Como en el famoso mensaje que escuchamos antes de cada vuelo, «hay que ponerse la mascarilla a uno mismo antes de ayudar a otros». ¿Por qué? Porque si no, corres el riesgo de no poder ayudar a nadie. El tiempo, el talento y la energía del personal de RRHH debe invertirse también en cuidar de sí mismo para poder cuidar de los demás. Solo así puede vivir su importancia como guía vertebradora de la cultura de la empresa.
El «seleccionador nacional» de la empresa
El departamento de recursos humanos debe seguir considerándose, como en los deportes, el «seleccionador» de la «selección nacional». Y no solo «selecciona», es el grupo que mira al equipo existente y analiza sus puntos fuertes y débiles para poder traer al equipo el talento necesario para cumplir los objetivos de la empresa. Además, proporciona también lo que llamaríamos entrenamiento y las estrategias ganadoras en el deporte.
Como en todas las habilidades humanas, cuando se pierde de vista el objetivo final de una actividad, se deja de entender el proceso que hay que seguir en el día a día para llegar al éxito. Es fácil que un departamento de recursos humanos caiga en la burocratización, pero la importancia del mismo es crucial. Para acabar este artículo, os dejamos con una gran cita de esas personas importantes que cuidan: ¡el día que yo falte! Que nunca os falte un buen departamento de recursos humanos y si os falta es importante considerar tener un equipo experto en estas tareas como partner, para lograr atraer talento y construir el equipo ideal para los objetivos de tu empresa.