Realizar una jornada de 8 horas de trabajo e intentar estar en todo momento con una concentración al 100% es del todo imposible. Debemos ser conscientes que para dar el máximo de nuestra capacidad de concentración diaria debemos establecer ciertas pautas en nuestro espacio de trabajo y en nuestra rutina. Tampoco podemos evitar algunos factores externos que pueden influir en nuestra concentración, pero sí podemos controlar algunos.
Primero de todo, tu lugar de trabajo debe ser limpio y ordenador, que propicie un buen ambiente de trabajo. La iluminación debe ser la correcta para tu vista y el asiento lo suficientemente cómodo para poder estar sentado durante un periodo largo.
Antes de ponerte manos a la obra, te aconsejamos que organices todas las tareas que tienes previstas para el día, hora a hora. Organízalas por prioridades y por dificultad, empieza por algunas más sencillas para ir calentando el cerebro, sigue por las más tediosas, y termina otra vez por algunas más sencillas. Las tareas más tediosas divídelas en pequeñas partes y tómatelas como pequeños retos que ir resolviendo, tendrás la sensación de ir cumpliendo pequeños objetivos e irás avanzando mucho más rápido.
Deja un margen de tiempo para los imprevistos, así tu planificación no se vendrá abajo enseguida y no tendrás sensación de estrés.
Establece un horario determinado un par de veces al día para leer y responder los correos, si no perderás media mañana o te distraerás continuamente.
Desconecta el teléfono móvil durante un rato. Sobretodo, si eres de las personas que no paran de recibir mensajes y llamadas continuamente, evitarás una distracción muy grande. Más tarde ya atenderás estos mensajes y llamadas.
Es muy importante que te tomes un pequeño descanso cada vez que cambies de tarea o cada cierto tiempo, es prácticamente imposible mantener la concentración más de 90 minutos. Además, para una mayor concentración también necesitamos oxigenar y descansar el cerebro.
Tener sensación de hambre también genera desconcentración, come todo lo que necesites, pero sin llegar a realizar comidas copiosas que luego generan somnolencia. Cabe destacar que realizar deporte y tener una buena alimentación hará que rindamos más y mejor en nuestro trabajo. Liberaremos tensiones que nos permitirán tener una menor sensación de estrés y mejorará nuestra forma intelectual.
Finalmente, descansa todo lo que necesites. Es tan importante el descanso como la concentración a la hora de trabajar. Si vas cansado a la oficina, de poco servirá que te organices mucho, siempre rendirás mucho menos si no te sientes con energía para desempeñar todas tus tareas.