Las compensaciones económicas ya no son suficientes para los trabajadores. Ahora las empresas deben ocuparse también de la retribución emocional de sus equipos. El capital más importante de una organización son sus personas y el desarrollo de la carrera profesional ocupa gran parte de sus vidas. El incentivo económico es esencial, pero cada vez más se está valorando la implicación personal, la satisfacción y la experiencia.
El espacio emocional se encuentra entre la nómina salarial y las expectativas de cada profesional y es indispensable encontrar un equilibrio entre ambos factores. La satisfacción y la experiencia son claves para conseguir retener el talento en la empresa y evitar la rotación de los trabajadores. Una de las maneras de conseguir encontrar este equilibrio, según Cinco Días, es a través de la cultura empresarial. Los valores de la organización son importantes para que las personas que se encuentren trabajando en ella se sientan cómodas, valoradas y apreciadas.
Los trabajadores buscan excelencia, proactividad, crecimiento personal, sentimiento de pertenencia y proyección personal. Las organizaciones cada vez más deben valorar y trabajar estos aspectos con la finalidad de ofrecer la mejor recompensa posible. Identificar los beneficios emocionales de los trabajadores no es una tarea fácil. El departamento de RRHH es el máximo encargado de este proceso. Conseguir detectar estos factores y trabajar en ellos permite a la empresa obtener un clima laboral proactivo y de motivación.
Hacer sentir bien a los equipos permitirá retenerlos y aumentarlos con nuevos talentos interesados en la empresa. Para contemplar estos beneficios es indispensable conocer a cada persona que forma parte de la organización para saber cuáles son sus perspectivas y sus intereses. Cada salario emocional debe estar adaptado a la persona que lo recibe, no se pueden ofrecer los mismos incentivos a todo el personal.
Como bien explica Cinco Días, algunas de las prácticas que ya se utilizan para conseguir trabajar este sentimiento son:
- Flexibilidad horaria
- Acceso a la formación continua
- Planes de carrera
- Días libres
- Recompensas por esfuerzo
Aún así se debe seguir trabajando en el ámbito emocional para encontrar nuevas maneras de aportar satisfacción y motivación. Un factor muy importante y que influye directamente en la creación del beneficio emocional es la innovación en este sector. Se deben encontrar nuevas fórmulas creativas para satisfacer a los empleados y conseguir el ambiente de trabajo deseado. El nuevo reto de las empresas es desarrollar la conexión emocional y crear un I+D+I de las personas. Según Elvira Cano, abogada del área laboral de LABE Abogados explica que los nuevos factores a tener en cuenta para definir el salario emocional deben dirigirse a protocolos para la desconexión digital, planes de coaching empresarial, desarrollo de habilidades y aptitudes, asistencia psicológica o planes de asesoría legal.
El respeto al tiempo de descanso o vacaciones también es una manera de incrementar este salario emocional, ya que permite al trabajador disfrutar de su vida personal y familiar desconectando de sus tareas para volver de manera más productiva. Esta es una de las muchas fórmulas que las empresas encontrarán para fomentar este nuevo concepto.
Trabajar el salario emocional y conseguir un buen ambiente de trabajo representará una ventaja competitiva a la hora de conseguir nuevos talentos para la empresa.