La motivación de la plantilla es esencial para que la empresa pueda desarrollar correctamente su actividad y consiga los resultados esperados. Siempre se habla de la importancia de dar lo máximo de nosotros en nuestro trabajo, pero no todas las organizaciones destinan un modelo de liderazgo a fidelizar a su equipo.
Randstand enumera algunos de los motivos externos que pueden influir negativamente sobre la motivación de un trabajador:
- Baja remuneración económica
- Falta de desarrollo profesional
- Ausencia de objetivos
- Mal clima laboral
- Monotonía
- Jornadas de estrés y exceso de trabajo
- Falta de comunicación
- Ausencia de reconocimiento
En nuestro blog, hablamos hace tiempo sobre el síndrome de Boreout. Es la situación en la que se puede desembocar un conjunto de estos factores extrínsecos. Este trastorno afecta directamente al rendimiento y al estado anímico del trabajador y su diagnóstico es complicado de percibir.
Para que se produzca una buena estrategia de motivación y fidelización, hace falta una figura de líder fuerte. Esta persona deberá tener un gran componente humano y responsabilizarse de todo el equipo. Cuidar de los trabajadores y velar por sus necesidades. Un buen líder pone en práctica iniciativas que fidelicen al talento y eviten así la rotación de personal.
En estos casos se debe tener en cuenta que muchas veces estas necesidades que se deben cubrir van más allá de la retribución económica. Los trabajadores buscan comprensión, formar parte del equipo y sentirse útiles en su puesto de trabajo. Randstand nos explica cómo motivar a un empleado:
- Incentivar el trabajo en equipo
- Promover su participación
- Fomentar la flexibilidad y la conciliación laboral
- Facilitar la formación
- Promover programas dirigidos al control emocional
- Proveer al empleado de recursos para que desempeñe su actividad
- Definir sus labores y sus roles en la empresa
En estos casos es muy recomendable apostar por actividades de team building que mejoren el clima laboral. Es importante que estén cómodos en la oficina y con las persona que conviven de manera profesional. Es una forma muy útil de potenciar su creatividad, mejorar la comunicación interna y establecer lazos que refuercen la confianza.