En la última entrada de este blog reflexionaba sobre la importancia de la seguridad y la salud en el contexto económico y su papel en la recuperación que debemos emprender.
Terminaba destacando el protagonismo que los departamentos de IT deben tener como facilitadores de tendencias como el teletrabajo, que se ha erigido en la principal vía de mantener a nuestros colaboradores sanos y salvos. Una facilitación que viene dada por el despliegue efectivo de las tecnologías y herramientas que cada sector y empresa necesite para llevar a cabo su misión.
Sin el liderazgo de los departamentos de tecnología, no habría sido posible mantener, por ejemplo, la actividad financiera. Recomiendo la lectura del artículo de Laura Noonan para Financial Times, recogido en el especial “Future of the workplace”.
Un sector que cuenta, obvio, con todos los recursos económicos y que dispone, desde hace muchos años, de la tecnología que permite compartir información de forma segura desde ubicaciones remotas, pero que contaba con un índice de adopción bajo en muchos casos, tuvo que realizar el movimiento en días si no horas, alejar a sus equipos de las oficinas ultra-protegidas y educarlos a contrarreloj para, entre otros ejemplos, evitar el uso de impresoras y la potencial brecha de seguridad que suponen siempre, pero más en ubicaciones domésticas no vigiladas.
De esta forma, en cuestión de semanas, recursos y herramientas como las bases de datos centralizadas, la encriptación, los editores de documentos compartidos, las firmas digitales y las aplicaciones de verificación de identidad, se han convertido en estándar.
Y todo gracias a departamentos de IT que han empujado a sus organizaciones a lo largo de este camino acelerado hacia la transformación digital.
Tenemos, por tanto, un entorno en el que los departamentos de IT son más protagonistas, si cabe, de lo que ya eran y en el que serán también decisivos en la ejecución de las políticas de inclusión como aliados indispensables de los departamentos de RRHH. Y planteo aquí otra reflexión: ¿cómo han afectado estos rápidos cambios en el entorno laboral a las personas con alguna discapacidad sensorial?
Para muchas personas con discapacidad auditiva, es imprescindible leer los labios o captar el lenguaje corporal y eso, en situaciones de videollamada, con una conexión pobre o inestable, es simplemente imposible. Es pues misión del departamento de IT el proporcionar infraestructuras, conectividad y plataformas estables y con características de accesibilidad que permitan el normal desempeño de sus funciones a todas las personas.
Asimismo las personas con discapacidad visual requieren de interfaces (teclados braille o talkback, monitores de gran formato que permitan tamaños de fuente superiores…), plug-ins (p.ej. Define, para hacer zoom instantàneo o dividir los documentos para mejor legibilidad) y aplicaciones como JAWS (lector de pantalla) que deben ser puestos a su alcance en el lugar de trabajo que hoy es su domicilio.
Nuestros puestos de trabajo no son los que eran. La crisis los ha transformado tal vez para siempre y está en manos de nuestras organizaciones, con la ayuda de los departamentos de RRHH e IT, el adaptarlos correcta y eficazmente a su función y también a sus personas.