La transformación digital en las empresas ha llegado para quedarse. La aparición de las nuevas tecnologías desde hace ya algunos años ha cambiado el panorama laboral. Las empresas necesitan adaptarse para no quedar obsoletas, aunque muchas de ellas aún no lo han hecho de manera satisfactoria. La irrupción de la pandemia ha acelerado este proceso, pero aún queda mucho camino por hacer.
El miedo al cambio ha sido el principal problema al que se han enfrentado la mayoría de dirigentes empresariales. También la falta de habilidades técnicas y la desconfianza en la garantía de retorno. Muchas empresas prefieren seguir con su funcionamiento antes que adentrarse en el mundo de la tecnología. Esto es una equivocación. La digitalización hace más competitivas a las empresas y permite obtener un mayor potencial y liderazgo. Según un estudio del Massachusetts Institute of Technology, las empresas que se adaptan al mundo digital y tecnológico son más rentables y consiguen mayor fidelización de sus clientes.
La introducción de la tecnología en todas las áreas de una organización permite unos beneficios mayores a corto y largo plazo. Aunque esto implique potenciar un cambio de mentalidad del capital humano implicado. La parte más complicada es cambiar esta percepción y abandonar la zona de confort. Aun así, hoy día no hay otra opción que adaptarse, la tecnología forma parte de nuestra vida y las empresas no sobrevirarán sin ella. Las ventajas que ofrece la transformación digital, como bien explica TTANDEM, son múltiples:
- Impulsa la innovación empresarial
- Mejora la eficiencia de los procesos
- Fomenta el trabajo en equipo y la comunicación interna
- Proporciona una rápida respuesta delante de cambios constantes
- Ofrece oportunidades de negocio
- Mejora la experiencia del cliente y su satisfacción con la marca
- Mejora la satisfacción de los trabajadores y aumenta su productividad
- Ayuda al reclutamiento de nuevos talentos especializados
- Aumenta la visibilidad de marca
La tecnología va de la mano con la experiencia del cliente. Un cliente satisfecho es un cliente fiel. Este proceso es lento, progresivo y requiere de paciencia y cuidado. La transformación digital no ocurre de un día para otro, la empresa tiene que estar preparada para hacer frente a un largo proceso de cambios. Para llevar a cabo el cambio es necesario realizar una serie de tareas antes:
- Formar a los empleados en conocimientos digitales
- Captar nuevos talentos digitales
- Pensar en digital
- Crear estrategias diferenciadas
- Visión de futuro y medición de resultados
El cambio reside en la empresa. Tanto la marca, como sus empleados y directivos, como su reputación, tienen que cambiar para hacer posible su transformación digital. Según IDC, en su estudio IDC FutureScape for Worldwide Digital Transformation, el 65% del PIB mundial estará digitalizado en 2022. La inversión directa en transformación digital crecerá a un ritmo del 15% entre 2020 y 2023. La innovación en tecnología se convertirá en la nueva normalidad de las empresas. Será fundamental tener una cultura digital instaurada en toda la estructura empresarial y hacer un control de todas las decisiones para valorar su efectividad.