Las cifras a cierre de 2019 nos dan a entender que el empleo ha mejorado pero que este ha sido un año mediocre. El paro ha bajado, poco, pero ha bajado: 38.692 desempleados menos. Ha aumentado el empleo: 384.373 afiliados más en 12 meses. Y las cifras de trabajadores cotizando en la Seguridad Social están cercanas al máximo histórico. Diciembre cerró con 19,4 millones, según el Ministerio de Trabajo. Sin embargo, parece evidente que el mercado de trabajo se está ralentizando. El aumento anual del empleo es el más bajo desde 2013; y la caída del paro, la menor desde 2012. Y, además, las previsiones económicas para los próximos años no prevén si no una continuidad de esta tónica. Coinciden tanto el FMI, como la Comisión Europea, como el Ministerio de Trabajo.
2020 reflejará una moderación en la creación de empleo. Las últimas cifras publicadas ya anticipan un debilitamiento: el número de altas a la Seguridad Social asciende a 384.373 personas, muy por debajo del nivel de 2018 con 516.000 personas y 2017 con 598.000 personas.
El empleo es muy dependiente de la evolución del PIB, por lo que una ralentización del mismo le impacta directamente. La Tasa de Paro cerró el tercer trimestre de 2019 en 13,92% vs 14,55% en el mismo periodo de 2018, y seguirá reduciéndose, pero a un menor ritmo. En este sentido, estimamos que la Tasa de Paro cierre el año 2020 en 13,2% y 12,9% en 2021. Estas cifras coinciden con las del FMI que estima que la tasa de paro seguirá en el 12,5 % dentro de cuatro años.
Por lo tanto, enfrentamos un futuro en el que el empleo seguirá mejorando pero lo hará de forma visiblemente más moderada que hasta ahora.