Llega el mes de agosto y con él la tan esperada jornada intensiva, que suele ser una de las modalidades de trabajo que más atractiva encuentran los trabajadores. Por jornada intensiva se entiende la jornada de trabajo diario que se lleva a cabo sin interrupción para comer. Este tipo de horarios permite concentrar la jornada laboral, omitir el horario partido y, con ello, comenzar y acabar la jornada laboral antes, teniendo más tiempo de ocio para otras actividades. Esto aumenta la motivación, la productividad y, sobre todo, reduce la sensación de estrés. Todo esto, además, consolida el compromiso de los empleados con la empresa y aumenta su grado de implicación.
No obstante, es cierto que la jornada intensiva puede causar algunas reticencias a las empresas e incluso, en algunos casos, a los propios empleados. Para que esto no suceda, lo más importante es que el responsable del equipo aprenda a gestionarlo de manera óptima para garantizar su productividad y evitar así que la jornada intensiva se convierta en tareas a medio hacer o todo lo contrario: en un exceso de horas extra.
Por ello, hoy te damos algunos consejos para aprovechar al máximo la jornada intensiva:
1) Dormir más temprano
Empieza por ir adelantando los horarios para madrugar más y levantarte descansado. Dormir las horas necesarias y mejorar el descanso es vital para afrontar una jornada sin grandes parones, donde nos tendremos que mantener atentos y activos durante muchas horas.
2) Respetar las 5 comidas diarias
Toma un buen desayuno, realiza varias comidas pequeñas durante la jornada laboral, acostúmbrate a una comida ligera al salir del trabajo y cena temprano.
3) Planificar la jornada laboral
Concentra las actividades que requieren mucha atención a primera hora de la jornada y deja para el final del día las tareas más recurrentes o a organizar la agenda del día siguiente.
4) Priorizar las tareas
Toma más relieve la jerarquización y priorización de tareas. Existen muchas técnicas y herramientas para organizar el trabajo diario, tanto individual como de equipo. Por ejemplo, la matriz de Eisenhower, que consiste en marcar en un cuadro los proyectos y el estatus de las tareas pendientes de cada uno de ellos, pudiéndolas calibrar según su nivel de importancia y de urgencia.
5) Realizar mini descansos en el trabajo
Realiza pequeñas paradas con asiduidad para evitar que el cuerpo se resienta de tantas horas trabajando. Aprovecha el ir a por un café o al aseo, para estirarte, descansar tu vista y cambiar de postura.
6) Invertir bien el tiempo libre
Es importante que dediques tu tarde a algo que te guste, te haga desconectar, por ejemplo una actividad deportiva que equilibre las horas sentado en la oficina.
Aunque estos consejos parezcan básicos, aplicarlos ayudará a mejorar la productividad de manera exponencial. De hecho, los mismos serían aplicables también al resto del año.