Cada vez más, las pruebas de selección de personal son mucho más personalizadas en función de la empresa que está reclutando y de la naturaleza del puesto de trabajo que hay que cubrir. Se busca el perfil más preciso posible y una buena manera de lograrlo es añadir el business case al proceso de selección como prueba, casi irrefutable, para decidir si un candidato es apto o no.
Año tras año las empresas de selección de personal y los departamentos de recursos humanos afinan sus métodos para encontrar el mejor talento que encaje en la organización y al mismo tiempo, ahorrar en tiempo y en costes. Es muy importante invertir en este tipo de procesos ya que aunque la bolsa de posibles candidatos es enorme, vale la pena contar con los mejores en el equipo de una organización.
Los business case son una herramienta más para evaluar múltiples aspectos de un candidato. Generalmente están basados en un escenario de negocio, ficticio o real, y pretenden revelar como afrontaría el candidato un determinado problema en la vida real. Son excelentes indicadores para saber si el candidato cumplirá con las expectativas del puesto tanto en términos de personalidad como en términos de habilidad resolutiva.
Los business cases y la resolución de retos reales permiten a los reclutadores conocer las competencias de los candidatos de una forma muy clara. Las empresas ya no buscan un perfil de “economista” o “abogado”, sino que antes de contratar necesitan saber qué tipo de profesional está detrás de estas profesiones y cuales son sus habilidades, carácter, talento y capacidades. Y evidentemente, si comparte los valores que forman parte de la empresa y por lo tanto, si podría formar buen equipo de trabajo con el resto de los empleados.
En un business case se evalúan varias competencias:
- Pensamiento lógico
- Capacidad analítica y de razonamiento
- Habilidades técnicas
- Facilidad para los negocios
- Potencial reacción ante situaciones del día a día
- Uso de los datos disponibles para tomar la decisión más adecuada
- Tolerancia a la presión
- Habilidades comunicativas
El reto es pues, estructurar el problema teniendo en cuenta todas las variables dadas y dar la solución más creativa posible y evidentemente que también sea plausible.
En definitiva, el business case es una herramienta que sirve para reconocer si un profesional podrá superar las tareas de un determinado puesto de trabajo. Un candidato puede haber superado perfectamente las distintas entrevistas y pruebas de selección, pero si no consigue superar con éxito el business case que se le presenta, no podrá seguir en el proceso de selección y quedará automáticamente descartado. Por tanto es altamente recomendable diseñar un buen business case para que tanto la empresa como el candidato sean conscientes de la labor a realizar con éxito y acertar con el personal elegido para el cometido que representa.