En la madrugada del último domingo de marzo adelantamos una hora el reloj para adaptarnos al horario de verano, una costumbre que se hace en toda Europa para aprovechar mejor la luz diurna y ahorrar en el consumo de energía eléctrica. Sin embargo, puede afectar a nuestro descanso y nuestro ritmo de vida.
Según la Sociedad Española de Neurología (SEN), nuestro organismo tiene más dificultades para adaptarse cuando siente que “ha perdido” una hora que cuando la gana. Por esta razón, este cambio de hora entraña más dificultades de adaptación que el que se produce en otoño-invierno. Los síntomas más significativos son: problemas para conciliar el sueño o despertarse, cansancio durante el día, confusión, sensación general de malestar o agotamiento, dolor de cabeza, irritabilidad, malestar digestivo y dolor muscular.
Aunque nuestro ritmo circadiano va a tener que adaptarse irremediablemente, algunas pautas pueden ayudarnos a hacerlo con el menor perjuicio posible:
Antes del cambio de hora
- Adelanta poco a poco la hora de irte a la cama. Por ejemplo, ve a dormir 30 minutos antes durante los dos días previos al cambio de hora. Después, vuelve a tu horario normal.
- Los días previos descansa mucho, come de forma saludable y haz algo de ejercicio para llegar cansado a la cama.
- El día previo al cambio de hora evita la cafeína, el alcohol y las comidas pesadas. Procura beber suficiente agua.
Después del cambio de hora
- Es importante pasar el máximo de tiempo posible al aire libre y bajo la luz solar.
- Evitar las siestas diurnas para tener más sueño por la noche.
- Llevar un horario regular tanto en alimentación como en sueño, al menos durante los primeros días.
- Si no tienes ganas de ir a dormir a la hora adecuada o te cuesta conciliar el sueño, un complemento alimenticio a base de melatonina es una buena opción. Esta hormona que produce de forma natural nuestro organismo ayuda a aliviar la sensación de desfase horario y a reducir el tiempo necesario para conciliar el sueño sin causar somnolencia.
Con estos consejos, podemos ayudar a nuestro organismo a adaptarse al cambio y evitar los trastornos. Una vez instalados en el nuevo horario, ¡ya sólo queda disfrutar de la primavera!