Tras la pandemia el sistema de trabajo y el trabajo en sí han cambiado radicalmente. Lo que antes era visto como lo normal, ahora se está replanteando. Las largas jornadas de ocho horas seguidas se están quedando obsoletas. La Covid-19 ha descubierto nuevas maneras de trabajar que chocan frontalmente con el antiguo sistema.
Las empresas están normalizando el hecho de que el empleado pueda trabajar desde casa, sin necesidad de verse de manera presencial. También están comprendiendo la importancia de la conciliación laboral y familiar. Parece que estos horarios maratonianos están sufriendo una modificación.
El líder de opinión Enrique Dans diferencia en tres las maneras de plantear el nuevo esquema laboral: flex, fully remote y office-based. La primera se refiere al formato que contemplará la presencialidad del trabajador al menos unos días a la semana, para que realice trabajo en equipo, pero siempre con flexibilidad. El segundo, fully remote, es el que adoptarán las personas que vivan lejos de la empresa y que su trabajo les permita desempeñar sus tareas en remoto a su totalidad. Finalmente, el último sistema se reservará para la escasa minoría de trabajadores que sus responsabilidades así lo requieran.
La flexibilidad estará tanto en el lugar de trabajo como también en sus horarios. Como dice Dans, el reloj de fichar perderá su funcionalidad. Se dejará de asociar ir a la oficina con un horario laboral fijo e inamovible. Las compañías reformarán sus oficinas e instalaciones para buscar la satisfacción y comodidad de los empleados, para que resurja la innovación y la creatividad. Con la pandemia se ha destapado la importancia del espacio de trabajo y lo esencial que es tener un ambiente cómodo y bien diseñado. Los muebles, la iluminación, el olor y el material de todos los elementos serán aspectos prioritarios para empresas y trabajadores. Se buscará la calidad, la armonía y la comodidad por encima de todo.
Actualmente se empieza a pensar en áreas más abiertas para trabajar en equipo como los co-working, ya que el trabajo individual se podrá realizar telemáticamente. En muchas compañías va a desaparecer la mesa de escritorio individual en la que uno se pasaba horas trabajando solo con sus papeles. Ahora, ir a la oficina, será sinónimo de ir a potenciar tu creatividad y a trabajar en equipo.
La pandemia ha hecho reescribir las normas ya escritas. En cuanto al tiempo, las jornadas serán mucho más flexibles y reducidas, adaptándose a las necesidades de cada trabajador. Trabajar a distancia permitirá que cada uno de ellos tenga también su propio espacio. Es importante mencionar que se tendrá que tener muy en cuenta todo lo que implica trabajar desde casa. En uno de nuestros artículos ya hablábamos de las ventas e inconvenientes del teletrabajo.
La “nueva normalidad” pasará por cambiar todos estos aspectos. La manera de trabajar que conocíamos hasta ahora ha evolucionado enormemente. Los empleados serán mas eficientes y creativos, estos cambios atraerán talento a la empresa y esta será capaz de retenerlo. Dans en su artículo cita a Chuck Robbins, CEO de Cisco, que afirma que las nuevas tecnologías contribuirán al cambio drástico de las oficinas y pone como ejemplo el avance de las tecnologías basadas en la tridimensionalidad en los entornos híbridos. Esto permitiría a los participantes de una reunión telemática, sentirse como si estuvieran virtualmente en la habitación.
Los nuevos talentos que vayan surgiendo, ya no querrán sentarse en una silla durante ocho horas. Ahora se buscará la flexibilidad, la confianza y la tecnología. Las empresas que sigan malgastando esfuerzos en hacer lo mismo de siempre van a experimentar claros inconvenientes a la hora de conseguir nuevos candidatos y retener a los propios empleados.
La nueva manera de trabajar y los cambios en las compañías son ya una situación indiscutible a la que se tiene que hacer frente. El aprendizaje de la pandemia ha dejado un mercado laboral muy diferente de cómo lo conocíamos. Solo quien mejor se adapte acabará siendo quien mejor resista los cambios y avance.