Cuando un trabajador es adicto al trabajo, también representa un problema para su empresa. Esto es signo de falta de salud laboral y es perjudicial para la persona que lo padece. Aunque sea difícil de detectar porque el sistema de trabajo actual se basa en largas jornadas y muchas horas extra, se manifiesta fácilmente con patologías físicas como dolor de cabeza, insomnio o hipertensión.
Además, genera falta de concentración, mal humor y baja autoestima. Las empresas premian a los que realizan horas extras y complica la desconexión. HRTrends define cuáles son los síntomas para detectarla:
- Puede llegar a trabajar entre 60 y 80 horas semanales, sin días libres y aprovecha cualquier momento para consultar el correo o avanzar trabajo.
- Sigue trabajando aunque esté enfermo sin desconectar en el hogar.
- Aumenta su estado irascible y responde mal a las personas.
- Padece insomnio, dolores articulares y de espalda.
- Su autoestima depende de los halagos que le hagan relacionados con su trabajo.
- Niega la situación y presenta necesidad de control.
- Tiene otros malestares fisiológicos como gastroenteritis, hipertensión, fatiga, infecciones…
A la empresa esta situación le puede afectar enormemente porque el ambiente laboral con los compañeros se ve completamente roto. Se vuelve un entorno competitivo y con conflictos. Además, si la persona adicta es el líder, puede obligar al personal a cumplir con objetivos poco realistas. Este hecho puede provocar un aumento de rotación de los trabajadores y una dañina reputación para la empresa. Por no hablar de la reducción de productividad, las bajas laborales, el aumento de errores y accidentes y el pago de las horas extraordinarias.
Para ayudar a los que lo padecen es importante obligarle a cumplir con los horarios, medir su desempeño para demostrarle que disminuye su rendimiento, motivarle a disfrutar de su vida familiar y ayudarles a organizar tareas.
La adicción al trabajo también se conoce por el término workaholic. Según la OMS, trabajar 55 horas a la semana o más aumenta un 35% el riesgo de accidente cerebrovascular. En Japón, esta adicción ya es una epidemia que provoca muertes anuales.
¿Cómo distinguir entre adictos y comprometidos?
Los segundos están motivados y les apasiona su trabajo, pero desconectan al finalizar su jornada laboral y descansan para cargar pilas. Su vida es saludable y plena.
En el caso de los segundos, nunca están satisfechos con su trabajo y no desconectan nunca, ni por las noches.