El conflicto es una situación incómoda, temida para la mayoría de las empresas. Todos los equipos desean conseguir un entorno adecuado y agradable para trabajar, pero siempre puede surgir una situación hostil que sorprenda a todos. Estas situaciones provocan malestar y bajan la productividad de los empleados.
La solución del conflicto siempre está en manos del equipo de RRHH, que es quien lo identifica, lo gestiona y lo soluciona. Según HRider sólo 1 de cada 30 empleados está insatisfecho con este departamento. Este dato refleja su utilidad.
Uno de los pasos más importantes para gestionar un conflicto es predecir que está a punto de estallar. En primer lugar es muy importante identificarlo y distinguir sus causas. En función de este análisis se podrán determinar sus consecuencias. Se tienen que realizar evaluaciones de clima laboral regularmente para que los empleados puedan dar su opinión y compartan todas sus inquietudes. Siempre que el conflicto sea entre dos personas, es necesario dejar que ambas partes se expliquen. Una vez detectado el conflicto es importante aceptar que existe para empezar a buscar soluciones. Aunque sea una parte natural del ser humano, es posible frenarlo a tiempo. El conflicto, a veces, también aporta cosas positivas como fortalecer relaciones, potenciar cambios, crear nuevas formas de comunicación… es importante que quien lo lidere sea consciente de ver las nuevas oportunidades que pueda ofrecer.
La mala comunicación suele ser una de las causas en la mayoría de crisis. Este factor se tiene que trabajar en equipo, cuidar el compañerismo y buscar el compromiso entre empresa y empleados. Conocer cómo se sienten los empleados con pruebas regulares nos permitirá saber si reciben bien la comunicación. Para gestionar un conflicto se tiene que trabajar teniendo en cuenta los aspectos más prioritarios, que suelen ser a medio plazo. La empresa debería disponer de un plan de mejoras para utilizarlo como guía en su abordaje. El encargado de gestionar esta situación tiene que coger el rumbo y ser muy persistente para el bien del grupo.
Un conflicto laboral afecta directamente al rendimiento de todo el grupo de empleados. Algunas veces las causas son las relaciones entre dos personas, otras la frustración de los directivos por no cumplir sus expectativas… Es importante determinar un plan de acción y realizar un seguimiento del conflicto para evitar que se repita a corto o medio plazo.
Según Be Prisma, una forma de potenciar las relaciones y aumentar el compromiso con la empresa es trabajar en su cultura y sus valores empresariales. Estos factores aplican hábitos positivos de trabajo que pueden evitar muchos conflictos entre empleados.