La irrupción de las nuevas tecnologías en nuestro día a día hace que no podamos estar desconectados ni un momento. Desde una video llamada de trabajo, hasta un whatsapp del grupo de amigos, te acompañan durante todo el día. Esta saturación nos da la sensación de que no podemos vivir sin tecnología.
Todas las notificaciones de redes sociales, cursos online, buscar información para un trabajo, estar pendiente de tu saldo, aplicaciones para hacer deporte… también son inputs tecnológicos que vas recibiendo constantemente. Es inevitable estar conectado casi las 24 horas del día porque vivimos en una sociedad que está padeciendo una gran transformación digital y tecnológica.
Para algunas personas esta desmesurada presencia de la tecnología en su vida cotidiana supone un hecho abrumador, que puede causar algunos síntomas de tecnoestrés. Guía Universitaria define este concepto como la consecuencia directa del excesivo uso de las tecnologías que tiene repercusiones negativas en cualquier aspecto de la vida de las personas.
El tecnoestrés aparece cuando hay un excesivo uso de la tecnología en todos los ámbitos, es una mala adaptación a la tecnología. Su rápida actualización y complejidad puede suponer un obstáculo para algunas personas. No solamente afecta a aquellas personas que no saben cómo funciona un dispositivo, sino también a todas aquellas que se resisten a usar nuevas tecnologías.
Guía Universitaria nos da algunas causas:
- Ansiedad por no saber cómo funcionan las cosas
- Presión por no ser hábil en el uso de la tecnología
- Uso reiterado de las TIC que ocasiona adicción y dependencia
- Sobreexposición de la información a través de internet
El tecnoestrés se puede manifestar de distintas formas. El Observatorio Permanente de Riesgos Psicosociales de la UGT identifica tres tipos:
- Tecnoadicción
- Tecnofatiga
- Tecnoansiedad
Este estado de ánimo se puede prevenir guardando momentos para la desconexión digital. Es imprescindible que se mantenga la interacción real. Si se trata de una adicción se deberá restringir el uso de aparatos tecnológicos y en el caso de ansiedad por falta de conocimientos se recomienda buscar formaciones o cursos que puedan ayudar a mejorar algunas habilidades y competencias necesarias para las TIC.