Entre el 5 y 15% de los empleados en una mediana o grande empresa tiene un perfil negativo, según algunos estudios de consultorías en México que ha analizado Antonio Sancho, director del área Dirección de Personal del Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa (IPADE). Estos perfiles negativos que dañan el ambiente laboral también afectan a los objetivos de la empresa y a la motivación del resto del equipo.
El equipo con el que trabajes en tu proyecto laboral es tan importante como el proyecto mismo. Algunos empleados tóxicos pueden arruinar tu proyecto empresarial o tu carrera profesional. Por eso, hay determinados perfiles con los que no deberías asociarte y que tienes que evitar desde el principio:
1) El perezoso o apático
Es aquél que ni siente ni padece, a quien no le importa nada. Permanece en su zona de confort sin dar un valor agregado a la empresa. No es partidario de aportar ideas, básicamente para no tener que ejecutarlas. Sólo cumple su horario, hace lo mínimo indispensable y no le interesa lograr los objetivos de la empresa.
2) El egocéntrico o “trepa sin escrúpulos”
Es el que nunca tiene en cuenta a los demás. Nunca admite que se equivoca y busca culpables para poder corregir sus errores. Nunca deja pasar por delante una oportunidad de destacar. Tiende a ser manipulador ya que, de algún modo u otro, siempre consigue adueñarse de los méritos de los demás. Busca siempre la mejor manera (o al menos la que cree más conveniente) para conseguir lo que quiere. Y le da igual las formas o los medios que tenga que usar para llevarlo a cabo. Puede pisotear a compañeros y jefes con tal de llegar a la cima.
3) El chismoso o criticón
Es el que extiende rumores más o menos fundados con malicia, sacando palabras que ha oído de contexto, ofreciendo interpretaciones erróneas o, incluso, inventándolo todo. Tiende a generar rumores cada vez más fuertes y controvertidos, enemistando a unos compañeros frente a otros, extendiendo rumores fuera de la empresa, etc. Cuenta indiscreciones a personas que nada le pueden resolver. Es decir, sólo contamina el ambiente.
4) El ladrón de tiempo
Suele entretenerse con cualquier cosa: una conversación con un compañero de trabajo, una llamada telefónica personal, el tiempo meteorológico… Es decir, tiende a perder el tiempo y a hacerlo perder al resto del equipo. No tiene en cuenta los plazos estrictos de las tareas o proyectos. Puede ser un empleado impuntual en su llegada al trabajo, o que se entretenga más de la cuenta en las pausas.
5) El agobiado o estresado
No gestiona bien el tiempo ni maneja su propio estrés. Siempre tiene la sensación que tiene demasiado trabajo o que no llega a tiempo por lo que su estado de ánimo es pésimo y tiene tendencia a contagiarlo.
6) El envidioso
Ve a otro/s compañero/s de trabajo como rival/es y tiene miedo de perder su puesto de trabajo. Está más pendiente de los otros y del trabajo de otros que de su propio trabajo. Se alegra de los fracasos de otros y le dan rabia los triunfos que no sean suyos.
7) El pelota
Está de acuerdo con cualquier cosa que dicen o hacen los superiores –e incluso otros compañeros rasos– y deja solos al resto de compañeros cada vez que se oponen a alguna medida laboral. En lugar de verbalizar sus propias opiniones, se pone siempre del lado de los miembros de alto rango de la empresa o se une a lo que vota la mayoría. Algo pusilánime, no es así porque quiera evitar problemas y busque el bienestar de todos: quiere quedar bien con los jefes, a poder ser mejor que tú, y no le importa a costa de qué.
8) El quejica
Se queja de todo, nada le parece bien y siempre tiene un “pero” en la boca. Considera exagerados algunos comportamientos o conductas de la empresa, cuestiona las decisiones de los jefes, y no está en sintonía con la cultura organizacional. Es un empleado capaz de contagiar de mal humor a toda la oficina.
9) El evasivo o escurridizo
Es el que intenta escaquearse de todo lo que no le interesa o no le apetece hacer. Sistemáticamente elude cualquier responsabilidad que se le ofrece, generalmente delegando en otros empleados o con cualquier otra excusa. Es habitual que si alguien le pide ayuda en alguna tarea se moleste y también intente evitarlo, lo cual puede retrasar mucho en caso de trabajar en equipo. Es un experto en “escurrir el bulto” y pasárselo a otros compañeros. No es capaz de asumir sus responsabilidades.
10) El problemático
En el amplio sentido de la palabra, el que se pasa el día criticando y manipulando a sus compañeros, y no ofrece ninguna colaboración. Incumple los horarios, tiene bajas frecuentes injustificadas, etc. Bien podría ser la combinación de varios perfiles. Por ejemplo, un perfil perezoso, criticón y quejica.