El empleo juvenil, durante el 2020, se vio muy afectado por la crisis de la Covid-19. El cierre de la mayoría de los sectores empresariales dañó mucho al mercado y durante la primera mitad del año, los jóvenes se vieron gravemente afectados. Aunque poco a poco fue recuperándose, los rebrotes han hecho que aún hoy día se prevé una recuperación más lenta de lo previsto. Los jóvenes no son los únicos más afectados, también están los trabajadores con baja calificación o los trabajadores temporales. También las mujeres.
Según el informe Jóvenes y mercado de trabajo del Gobierno de España, el segundo trimestre de este año, en relación con el trimestre anterior, la tasa de empleo juvenil ha aumentado 22% para los jóvenes de 16 a 24 años, el 38,4% para los de 16 a 29 años. La tasa de paro es del 38,4% para el primer grupo. Durante el último año el paro ha aumentado progresivamente, pero se han creado casi 340 mil empleos entre los jóvenes de hasta 29 años.
A partir del pasado mes de marzo se empezaron a recuperar las contrataciones de formación y aprendizaje, también los contratos en prácticas. Según el mismo informe, en este segundo trimestre de año la población menor de 25 años representa el 14% de la población. Actualmente la convergencia de la tasa de empleo joven entre hombres y mujeres aún tiene diferencias. Este 2021 la diferencia alcanza los 3,1 puntos porcentuales. En cuanto a nivel de estudios, han incrementado aquellos jóvenes con niveles medio y alto y son estos últimos los que han experimentado un aumento mayor de empleo.
El nivel de empleo por sectores económicos de actividad se concentra, sobre todo, en el comercio, la industria manufacturera y la hostelería. La tasa de paro entre los 15 y los 24 años aumenta a mayor ritmo en España que en la Unión Europea. La tasa de paro de larga duración (PLD) tiende a converger entre los hombres y las mujeres, siendo algunas décimas superior entre ellas. Del total de personas registradas en el PLD, el 9,7% eran menores de 25 años. Este dato es menor que en los adultos y se está reduciendo poco a poco.
Hay un segmento de población desanimada de entre 16 y 24 años que son 12.600 personas. Son datos inferiores a los registrados en los años de crisis como el 2008 o el 2020. La temporalidad es otra de las características del empleo juvenil, se caracterizan por tener los datos más elevados en este aspecto. El informe especifica distintas vías de acceso a los contratos temporales como:
- Contrato de formación
- Contratos en prácticas
El número de jóvenes autónomos a 30 de junio de 2021 presenta un aumento interanual del 6,2%. Aunque a partir del 2008 el número de afiliados empezó a disminuir considerablemente, a partir del 2020 ha vuelto a tener un ligero aumento y la tendencia sigue siendo creciente. Aun así, se sitúa entre una de las cifras más bajas desde el 2007.