Varios estudios han señalado a las plataformas de videoconferencias a la hora de buscar culpables de la fatiga de los usuarios. Todas ellas tienen defectos de diseño que agotan la mente y el cuerpo. Los expertos avisan de que es probable que aunque las videollamadas se hagan con amigos o familiares puedan provocar cansancio y fatiga.
La pandemia ha obligado a miles de personas a adaptarse a esta nueva forma de relacionarse para evitar el contacto social. El uso de las videollamadas se ha extendido rápidamente y “Zoom” ha sido una de las plataformas más populares. Ahora, un año después, profesores de la Universidad de Stanford han realizado un estudio que analiza las consecuencias psicológicas de pasar tantas horas al día con estos formatos.
El estudio, dirigido por Jeremy Bailenson, tiene el objetivo de resaltar los problemas que conllevan estas nuevas tecnológicas para que se puedan cambiar les interfaces y se tenga en cuenta cómo le afecta al usuario.
Se han detectado cuatro causas principales de la fatiga y el cansancio que se extrajeron de este informe:
- Intensidad del excesivo contacto visual
Ni la cantidad del contacto visual ni la medida de las caras en una videoconferencia son naturales. En estas reuniones todas las personas se miran constantemente y el contacto visual aumenta drásticamente. Además, el zoom de las caras de cada usuario hace que se perciba como más cercano y esto puede conducir a una situación de conflicto.
- Verte a ti mismo durante toda la videollamada
Bailenson afirma que hay estudios que dicen que cuando ves tu reflejo eres más crítico contigo mismo. En las plataformas como “Zoom” te estás viendo constantemente y esto puede crear consecuencias emocionales negativas.
- Estas plataformas reducen drásticamente la movilidad habitual
El movimiento en una videollamada es limitado, el usuario no puede moverse como cuando llama por teléfono. Esto provoca un menor rendimiento cognitivo de las personas.
- La carga cognitiva es más grande en los video chats
La comunicación no verbal cara a cara es regular, inconsciente y natural, pero en una videollamada los gestos son forzados y estudiados. Se debe ser exagerado para darse a entender y tener mucho cuidado de que no se crea un conflicto por un gesto mal entendido.
Algunos expertos han creado la escala ZEF, que mesura la fatiga que padecen las personas en sus puestos de trabajo desde la videoconferencia. El objetivo de estos estudios es que la tecnología se adapte a las personas. Se debe contribuir a descubrir las causas de esta fatiga y ayudar a resolver el problema para que las personas puedan adaptar sus prácticas de videoconferencia y aliviar sus consecuencias negativas.