Seguramente se hayan acabado tus vacaciones hoy o quizá ya hace una semana, como a la mayoría de la gente, y aunque hayan sido espectaculares no has tenido suficiente. El malestar generado por la vuelta al trabajo, unido a la tristeza, apatía, desmotivación y frustración, forma parte del famoso síndrome postvacacional.
Este trastorno adaptativo produce unos síntomas similares al estrés, que crea incapacidad para hacer frente a todas las demandas y a todo el trabajo pendiente. Unas vacaciones de larga duración son más propensas a causar esta situación. Parece que no puedas adaptarte a la rutina habitual y poco a poco la desmotivación se apodera de ti. La última semana de agosto representa la vuelta al trabajo para la mayoría de los profesionales. Seguramente más personas de las que te puedas imaginar están padeciendo ahora mismo este síndrome. ¿Y tu?
Los síntomas que produce para diagnosticarlo, según Sanitas, son:
- Estado de ánimo bajo
- Decaimiento
- Apatía
- Ansiedad
- Falta de energía
- Sensación de hastío
- Percepción de no ser capaz de adaptarse
Tranquilo/a, si crees que reúnes todos los síntomas, tienes que saber que normalmente el trastorno no dura más de dos o tres semanas. Es muy poco habitual que se precise de ayuda profesional para hacer frente al estrés agudo, aunque en algunos casos es necesaria porque aparecen otros indicadores como taquicardias, temblores o cambios de humor.
¡No te asustes! Lo más probable es que tengas resaca emocional por todo lo vivido y se te hayan hecho muy cortas tus vacaciones. A todos nos cuesta volver a la rutina, solo es cuestión de actitud. Te explicamos cómo combatirlo:
- Adaptar los horarios de forma progresiva
- No vuelvas de las vacaciones el día anterior, sino varios días antes
- Reserva unos días al final para adaptarte y programarte el regreso
- Mantente activo durante tus vacaciones y haz ejercicio
- Programa el trabajo en función del nivel de energía durante los primeros días
- Mantén una buena alimentación
- Tomate con calma y tranquilidad la rutina
Si aun así no consigues adaptarte, Sanitas te explica algunas pautas a seguir para superar las molestias de una mala adaptación:
- Duerme adecuadamente
- Empieza de manera gradual
- No te lleves el trabajo a casa
- Aprovecha el tiempo de descanso para hacer alguna actividad
- Practica la relajación para eliminar pensamientos catastrofistas
El objetivo es que el cambio de las vacaciones al trabajo sea lo menos brusco posible, así evitarás un choque de adaptación. La vuelta al trabajo siempre es un momento muy temido para los trabajadores cada verano, lo importante está en saber disfrutar correctamente del tiempo libre que has tenido e intentar volver con más energía para hacer frente a los meses siguientes de la mejor manera posible. Y siempre pensar en una cosa, ¡las vacaciones volverán!