Las empresas, cada vez más, se valoran en función de su relación con los empleados. Está creciendo una tendencia que quiere cuidar el capital social de las organizaciones convirtiéndolas en empresas más humanas. Las relaciones se deben cuidar, ya que son la clave para el buen funcionamiento de la actividad empresarial.
Las organizaciones deben combinar los ingresos y los beneficios con el respeto y el apoyo a sus stakeholders. Es muy importante escuchar y empatizar con los trabajadores con el fin de conocer sus inquietudes y sus motivaciones. Solo así se podrá crear un vínculo de confianza que favorecerá posteriormente a su rentabilidad. Las relaciones no se deben cultivar solo dentro de la empresa, también fuera. Los clientes deben tener una buena experiencia y una buena atención para que se conviertan en embajadores de la marca.
Como bien explica Deloitte, las empresas ya no son evaluadas únicamente por las métricas tradicionales como el rendimiento y la calidad de sus productos. Cada vez más son juzgadas por su relación con la comunidad y la sociedad. Nos estamos alejando de las organizaciones meramente empresariales. Deloitte realizó el informe ‘Tendencias de Capital Humano 2018’, donde se reflejó la creciente importancia del capital social.
Hay algunos factores que han influido directamente en el auge de la empresa social:
- Los millenials han implementado el poder individual
El empoderamiento individual está creando un movimiento de jóvenes que quieren transformar el mundo empresarial y destacar el capital humano.
- Las personas confían más en las empresas que en el gobierno
La sociedad apunta a las organizaciones para llenar vacíos de liderazgo. Este nuevo paradigma crea oportunidades para las empresas.
- La transformación tecnológica tiene grandes impactos en la sociedad
Los avances tecnológicos y digitales están cambiando la forma de trabajar y crean nuevas necesidades y oportunidades.
Queda claro que el objetivo de las empresas sociales son las personas. Mejorar la vida de los demás es una prioridad para ellas, así como la captación de talento o la innovación. Este tipo de empresas generan puestos de trabajo dignos y con buenas condiciones salariales, porque ponen por encima de todo a sus equipos. Esta forma de funcionar hace que frente a diferentes crisis económicas, sean más estables y resistentes.