Saber comunicar malos resultados es muy importante en un líder de equipo. Ser la persona que siempre anima a los empleados y los empodera con positividad y motivación es clave para unir al equipo, pero también se necesita saber transmitir informaciones más delicadas. Cuando una empresa intenta fomentar una buena actitud y un buen ambiente de trabajo, suele tener problemas a la hora de dar un feedback negativo. El miedo y la inseguridad de cómo hacerlo suelen ser los principales culpables.
Los líderes tienen que estar comprometidos con la compañía y deben dominar la comunicación, sea positiva o negativa. Cuando se realiza una evaluación empresarial y se extraen debilidades a resolver, estos tienen que dar un paso al frente y comunicarlos. Los responsables no deben tener miedo a las críticas de sus empleados. Muchas veces querer evitar estos conflictos es un problema aún mayor.
Se tiene que trabajar mucho la actitud para saber separar lo profesional de lo personal y no permitir que los comentarios desalentadores desanimen. En algunas ocasiones es posible que los empleados no estén de acuerdo con lo que se les comunica y quieran unirse para tratar de presionar al emisor de la información.
Desde HRider proponen tácticas para comunicar malos resultados satisfactoriamente:
- Documentar la información con informes de resultados para que los empleados vean los fundamentos del feedback.
- Preparar la reunión y tener claros los aspectos a tratar.
- Empezar con un feedback positivo para realzar sus fortalezas y su buen desempeño dentro de la empresa.
- Cuidar el lenguaje y preguntar antes de afirmar intentando en todo momento mantener un diálogo.
- No hacerlo público y respetar la confidencialidad delante de los compañeros.
- Consolidar la reunión con un plan de acción que establezca objetivos y marque las tareas para alcanzarlos para que todo lo hablado sea más productivo.
Cuidar la cultura organizacional de la empresa es una apuesta para obtener mayor satisfacción y mayor rendimiento en los empleados. Cuando en un equipo aparece la necesidad de dar una crítica negativa, siempre se tiene que tener en cuenta que el objetivo de esta es mejorar el comportamiento para sacar lo mejor de la otra persona. Desde la organización se debe tolerar el error trabajando en la comunicación constructiva, ya que solo así se conseguirá un ambiente de confianza y productividad.
Una crítica constructiva tiene que fomentarse sobre la base del respeto, sea cual sea la posición del empleado dentro de la empresa. Nunca se debe intentar camuflar estos comentarios negativos con halagos, ya que el feedback perderá eficacia. Según HRider la mentalidad siempre será de mejora continua y cuando se detecte algo que no funcione se crearán estrategias para modificarlo.
Así que siempre que sea necesario comunicar una debilidad es importante escuchar, saber comunicar, empatizar y respetar al empleado.